Transformar el dolor en pasión.
Eso es la alquimia. Ni más ni menos. Redescubrirse desde lo más esencial de la vida hasta lo más complejo. Es amar hasta morir. Y cuando veas todo negro, refugiate en el oído de un amigo o en el abrazo de tus viejos.
Transformar el miedo en corazón.
En la música, en la escritura, en la pintura: en el Arte. Porque ahí es donde brilla la luz que de a poco vuelve a crecer. A vivir. A encandilar. Y cuando menos los pienses vas a ser vos de nuevo. Vas a recordar, vas a descubrir, vas a soñar.
Transformar el ´no puedo´ en oportunidad.
Viajá. Viajá mucho, porque te vas a ver obligado a enfrentarte a tus peores miedos y, una vez ahí, tu alma va a resurgir y ya nada la detendrá. El tiempo es tiempo, nada más.
Controlá tu cabeza, ahí tenés la llave para pasar al siguiente nivel. Y dejá hablar a tu corazón. Porque ese, sin dudas, no se equivoca. Porque se anima. Porque no tiene miedo. Porque no se arrepiente. Porque siempre, siempre, tira para adelante.
Transformar el ´no sé´ por el Soy Yo.
Amá y no te olvides de amar, una y otra vez. A lo que hacés, al que tenés al lado, a tus proyectos, a tus pasiones. A vos mismo. Porque al final del camino ya no habrá tiempo de arrepentimientos. Y no sé vos, pero yo quiero llegar ahí con todos los Sueños cumplidos.
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